Carta de amor a mí misma
Querida yo,
Quiérete, respétate, agradécete, así como eres, así con las imperfecciones así con pocos amigos, así con muchos amigos, así con lo que te queda por hacer, así con lo que ya hiciste o así con lo que dejaste de hacer.
Amate, porque siempre te vas a tener a ti misma, al final del día vas a estar sola contigo, y ¿adivina qué? No hay nadie mejor con quien puedas estar.
Aprende, absorbe, pregunta, y ya que estés informada opina. Opina sobre todo y opina con respeto, opina sobre lo grandiosa que es la vida, pero respétala y cuestiónala. Respeta la magnífica mística que te trajo al día de doy, que te deja escribir y leer estas palabras, que te deja quererte, cuestionarte, aprenderte, buscarte, solo para para perderte y volverte a encontrar en el camino.
Quiere a tus amigos, quiérelos con todo lo que tengas; porque son la familia que tu escogiste para caminar este misterio y son la familia que te agarra la mano, que te hace reír, a veces llorar y sobre todo que te hace verte al espejo. Cuídalos, respétalos, procúralos, ámalos y nunca los dejes ir, los amigos se quedan para siempre. Aprende a darles su espacio, así como tú muchas veces has pedido el tuyo. Aprende a decirles lo que sientes, no te quedes callada si te lastiman, porque créeme, tus amigos nunca te quieren lastimar.
Relájate. No es tan difícil como te lo planteas, no hay tantos problemas como piensas, no hay tantos enemigos o villanos como en los cuentos. La vida es rica, la vida es bonita y la vida es para disfrutarla, no sufras.
Si quieres algo ve a por ello, agradece que lo tienes, agradece la plenitud por muy poca que se pueda ver ante los ojos de los demás, jamás compares lo que tienes, porque te vas a encontrar en un hoyo muy profundo del cual te será difícil salir. Y, ¿para que comparar si tú eres una persona única con cualidades y oportunidades únicas?
Y ¿qué decir del destino del que salen estas oportunidades? Quiere a ese destino, respétalo, no le cierres la puerta, pero tampoco te aferres a él. Vivirás muchas experiencias para llegar a ese destino, pero no hay solamente un camino, puedes tomar varios, puedes ir, regresar y volver a intentarlo.
No tomes tan enserio lo que te dicen, deja tus inseguridades atrás, la gente no pasa tanto tiempo pensando en ti como crees. Eres importante para ti y para los que te quieren, deja de proyectar una imagen que crees que los demás quieren ver.
Abrázate, abrázate fuerte, siempre abrázate y apapáchate.
Siente, siente todas tus emociones y exprésalas, ponles nombre y apellido, no te las quedes guardadas. Llorar, enojarse o gritar de felicidad no son debilidades. Siente también el placer, gózalo sin culpa, disfrútalo, pero siempre con responsabilidad y respeto a ti misma.
Ama, ama con locura y pasión ama cuando puedas, no te pierdas de esa oportunidad tan increíble; déjate ir en la locura que es el amor romántico, siéntelo, vívelo sin miedo, sin miedo a que te rompan el corazón, sin miedo a fracasar, sin miedo al futuro. El corazón te lo van a romper, pero no vivas con miedo a ese día, disfruta.
Sal, bebe, pero sobre todo baila, baila hasta que no puedas más y agradécele a tu cuerpo que siente la música que siente la cumbia, que siente el sonido y que te permite hacer el ridículo sin que te sientas tú misma ridícula.
Deja ir tus preocupaciones, no catastrofices el futuro, enfócate en lo que puedes cambiar hoy, mañana será otro dia.
Ayuda, ayuda al que menos tiene, ayuda al que lo necesita, ayuda con compañía, con apapachos, con una sonrisa, con lo que tengas o puedas, pero ayuda.
Agradece, agradece todo, agradece a tu cuerpo por levantarse cada día, a tus ojos por ver, a tus manos por sentir, a tus oídos por oír. Agradece que estas aquí, agradece lo más mínimo, agradece lo que sientas que te haga feliz o lo que no, agradece el futuro, agradece tu fuerza, agradece el hoy.
Pero, sobre todo amate, amate con todas tus fuerzas, amate antes que a nadie, exprésate ese amor todos los días de la manera que tú quieras. Exprésalo con tus sentimientos, con tu respiración con tu mente, con una sonrisa a ti misma en el espejo o con un “te amo Lorenza”. Algo tan rico como amarse no debería de ser tan complicado, tan borroso, tan misterioso, tan difícil de decir, tan tabú o tan cursi. Nunca dejes de amarte, porque el día que lo haces te pierdes a ti misma.
